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La Presidenta von der Leyen subrayó en DAVOS la necesidad crítica de invertir en tecnologías energéticas limpias, y consideró la geotermia mejorada como «clave»

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó durante su discurso inaugural en el Foro Económico Mundial de Davos que, además de seguir diversificando nuestros suministros energéticos, y ampliar las fuentes limpias de generación a partir de energías renovables —incluida la nuclear—, tendremos que invertir en tecnologías energéticas limpias de nueva generación, como la fusión, la geotermia mejorada y las baterías de estado sólido. Además, señaló, habrá que movilizar más capital privado para modernizar nuestras redes eléctricas y la infraestructura de almacenamiento.

«Debemos eliminar los obstáculos que aún se oponen a nuestra Unión de la Energía. Y debemos conectar mejor nuestros sistemas energéticos limpios y bajos en carbono. Todo ello formará parte de un nuevo plan que presentaremos en febrero. Es hora de completar nuestra Unión también en materia de energía, para que la energía limpia pueda circular libremente por nuestro continente y bajar los precios para todos los europeos», aseguró Von der Leyen.

Durante su discurso, la presidenta hizo un diagnóstico de la globalización en el mundo actual señalando que, el año pasado, las barreras comerciales mundiales triplicaron su valor, los controles tecnológicos se han cuadruplicado en las últimas décadas, las dependencias de la cadena de suministro se han convertido en armas y los propios interconectores que unen al mundo, como los cables submarinos, se han convertido en un objetivo.

«Hemos entrado en una nueva era de dura competencia geoestratégica. Las principales economías del mundo compiten por el acceso a las materias primas, las nuevas tecnologías y las rutas comerciales mundiales», afirmó.

No obstante, expresó su profunda convicción de que tiene que haber un equilibrio entre salvaguardar la seguridad y aprovechar las oportunidades para innovar y aumentar la prosperidad de las personas. Recordó además que la UE es la segunda economía mundial y el mayor sector comercial del mundo. Se beneficia de una economía social de mercado única, con elevadas normas sociales y medioambientales, bajas desigualdades y una inmensa reserva de talento.

La presidenta afirmó que esta es la base para que la UE cambie y se adapte a los nuevos retos del mundo. Esbozó los principales puntos de la hoja de ruta que adoptará la Comisión para orientar su trabajo en los próximos cinco años: «Nos centraremos en aumentar la productividad cerrando la brecha de la innovación. Un plan conjunto para la descarbonización y la competitividad. Superar la escasez de mano de obra cualificada y reducir la burocracia. Es una estrategia para que el crecimiento sea más rápido, más limpio y más equitativo, garantizando que todos los europeos puedan beneficiarse del cambio tecnológico.»

Fuente: Comisión Europea

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