El informe ‘Eficiencia Energética 2024‘ es el principal análisis anual de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) sobre la evolución mundial de la eficiencia energética, que muestra las tendencias recientes en intensidad y demanda energética, precios y políticas. Ofrece análisis sectoriales sobre edificios, electrodomésticos, industria y transporte, y explora temas que afectan a todo el sistema, como la electrificación, la flexibilidad, la inversión y el empleo.
Un año después del histórico compromiso mundial asumido en la COP28 de duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética para 2030, este análisis de la AIE muestra que los países aún no están en el buen camino para alcanzar este objetivo, lo que requiere una mayor acción y cooperación para alinearse con sus ambiciones declaradas. Duplicar la tasa mundial de mejora exigirá que los países aceleren la aplicación de políticas, lo que mejoraría la seguridad energética, reduciría los costes de la energía y disminuiría las emisiones.
«Aumentar la eficiencia energética significa obtener más de las tecnologías y procesos industriales cotidianos con la misma cantidad de energía, lo que se traduce en más puestos de trabajo, ciudades más sanas y otros beneficios. La mejora de la eficiencia de los edificios y los vehículos, así como en otros ámbitos, es fundamental para las transiciones hacia una energía limpia, ya que al mismo tiempo mejora la seguridad energética, reduce las facturas de energía de los consumidores y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero».
El nuevo informe muestra que los gobiernos de todo el mundo están avanzando en sus políticas, y que aquellos que representan más del 70% de la demanda energética mundial aplicarán políticas de eficiencia nuevas o actualizadas en 2024. La Unión Europea, por ejemplo, revisó la normativa para conseguir un parque de edificios con cero emisiones para 2050; China revisó las normas sobre electrodomésticos y reforzó los objetivos nacionales de eficiencia; Estados Unidos endureció sus normas de ahorro de combustible para vehículos pesados; y Kenia hizo obligatorio su código de construcción para garantizar que todos los edificios nuevos sean más eficientes. Sin embargo, según el informe, para alcanzar los objetivos mundiales es necesario que las nuevas políticas lleguen más rápidamente a todo el mundo y que muchas de las ya existentes se hagan más estrictas.
«La eficiencia energética es un pilar fundamental de las transiciones energéticas seguras, asequibles e integradoras. La AIE está trabajando más estrechamente que nunca con los gobiernos de todo el mundo para garantizar que siga siendo una prioridad política de primer orden», afirmó Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE. «Afortunadamente, las políticas y tecnologías para acelerar el progreso de la eficiencia están disponibles hoy en día, y muchos gobiernos están dando pasos importantes hacia adelante. Lo que esperamos ver ahora son respuestas políticas más rápidas y firmes en todo el mundo».
Fuente: IEA