Durante su audiencia de confirmación en el Parlamento Europeo, Dan Jørgensen, Comisario designado de Energía y Vivienda, confirmó que prepararía una estrategia geotérmica. Con ello, comprometió a Europa a seguir una senda de descarbonización rentable que sitúe la planificación y las personas en el centro de la transición energética.
«La geotermia acerca la transición energética a las masas. Pueblos enteros, ciudades, agricultores e industrias pueden pasarse a los sistemas geotérmicos de calefacción y refrigeración. Crea puestos de trabajo locales y, lo que es más importante, genera una demanda inestimable de productos industriales locales, una parte fundamental del Acuerdo Industrial Limpio. También proporciona acceso a materias primas críticas como el litio. Esto, combinado con su electricidad despachable, es la base de un Plan de Acción de Electrificación eficaz», explicó Sanjeev Kumar, responsable de política del Consejo Europeo de la Energía Geotérmica.
El largo camino hacia el reconocimiento
El crecimiento de la energía geotérmica se ha debido más a las recomendaciones de boca en boca que a una política específica. Hay más de 2,3 millones de bombas de calor geotérmicas pequeñas, medianas y grandes en viviendas particulares y sociales, oficinas y edificios públicos. 11 millones de personas se benefician de la electricidad geotérmica. 400 millones de ciudadanos, agricultores y ciudades disfrutan de sistemas geotérmicos de calefacción y refrigeración urbana.
Esta orientación al consumidor es una baza importante para la geotermia. También hace que la política de transición energética sea mucho más aceptable.
Fuente: Euractiv