La Directiva sobre Calidad del Aire establece disposiciones para mejorar la calidad del aire en la Unión Europea, con el objetivo de eliminar la contaminación atmosférica y alcanzar niveles saludables para las personas, los ecosistemas y la biodiversidad, basándose en los datos científicos más actualizados. Su meta es crear un entorno libre de sustancias tóxicas para 2050.

La Directiva establece valores límite y objetivos para la reducción de la exposición a la contaminación, los cuales serán revisados periódicamente según las recomendaciones de la OMS. Además, busca contribuir a los objetivos de la Unión en términos de reducción de la contaminación, biodiversidad y sinergias con otras políticas medioambientales.

El objeto principal de la Directiva es definir objetivos claros de calidad del aire para proteger la salud humana y el medio ambiente, establecer métodos comunes para evaluar la calidad del aire en los Estados miembros, y asegurar que la información sobre la calidad del aire sea accesible y comparable en toda la Unión. También promueve la cooperación entre los Estados miembros para reducir la contaminación atmosférica.

La Directiva establece un mecanismo de revisión periódica cada cinco años, con el primer informe previsto para 2030, en el cual la Comisión Europea evaluará los datos científicos sobre los contaminantes y sus efectos, revisando si las normas de calidad del aire siguen siendo adecuadas. Además, la Comisión analizará las medidas y progresos en la reducción de la contaminación, los costos asociados, y las repercusiones socioeconómicas, y propondrá nuevas acciones si es necesario para cumplir con los objetivos establecidos.